Nortec y sus razones de cómo cambiaron la música electrónica en México
Bostich + Fussible no solo reinventaron la música electrónica mexicana; redefinieron su lenguaje. A 25 años de sus primeros experimentos en Tijuana, su propuesta híbrida —donde convergen tradición norteña, electrónica experimental y visuales impactantes— sigue marcando la pauta, mientras muchos DJs tradicionales se limitan a reproducir techno o house predecible, sin explorar nuevas fronteras creativas.
Mientras un DJ tradicional se centra en mantener un beat constante y efectos preconfigurados, Nortec construye un espectáculo integral: cada canción es un laboratorio sonoro donde se mezclan tuba, tambora, acordeón, sintetizadores y secuenciadores propios. La música no es solo bailable, sino también narrativa, conceptual y culturalmente cargada. Su metodología recuerda a pioneros europeos como Kraftwerk, donde cada sonido se diseña y cada ritmo se justifica, generando coherencia musical y conceptual.
El trabajo de Bostich + Fussible va más allá de la música: su dimensión visual es parte fundamental del espectáculo. Proyecciones, animaciones y efectos lumínicos se sincronizan con la música, creando un diálogo sensorial que transforma cada concierto en una experiencia inmersiva. Esta combinación de sonido y visuales ha sido reconocida internacionalmente: han llevado su propuesta a países como Alemania, Japón, España y Estados Unidos, actuando en festivales de electrónica y arte contemporáneo, así como en museos y galerías, donde su propuesta se analiza como fenómeno cultural.
Este contraste con DJs que se concentran solo en la pista de baile resalta cómo Nortec redefine los parámetros de la música electrónica mexicana. No buscan solo llenar clubes: buscan contar historias, fusionar identidades y mostrar que la electrónica puede ser innovadora, híbrida y culturalmente significativa.
A 25 años de distancia, la lección de Nortec es clara: la música electrónica no solo se reproduce, se construye. La frontera de Tijuana no solo geográficamente, sino también culturalmente, sigue siendo su laboratorio. Y mientras el techno y house convencional se repiten de club en club, Nortec sigue demostrando que la audacia, la tecnología y la integración visual pueden cambiar la música mexicana y dejar huella internacionalmente.
