El próximo 6 de septiembre, el Zócalo capitalino se convertirá en un escenario histórico. Sí, Residente será el headliner y seguro atraerá a miles, pero antes de que el puertorriqueño tome el micrófono, habrá un acto que merece toda la atención: seis raperas de distintas generaciones y estilos compartirán un show colectivo de 50 minutos.
El cartel lo encabezan Arianna Puello, Ximbo, Niña Dioz, Prania Esponda, Azuky y Mena, acompañadas por la trombonista María Balvina y el beat arquitectónico de DJ Ninja. Y aunque en la narrativa oficial se suele hablar de “abrir” a Residente, lo que aquí sucede es más bien lo contrario: ellas están abriendo un nuevo relato dentro del hip hop.
Arianna Puello: la memoria viva del rap
Dominicana de nacimiento y residente en España, Arianna Puello irrumpió en la escena en los noventa, cuando casi no había mujeres tomando ese espacio. Discos como Gancho perfecto (1999) y La fecha (2001) cimentaron un camino que hoy se reconoce como pionero. En esta presentación, su presencia es un recordatorio de resistencia y de los orígenes de una lucha que aún sigue vigente: ¿qué pasa con el lugar de las mujeres en una industria que todavía privilegia lo masculino?

Ximbo: raíz y puente de la escena mexicana
Hablar de rap femenino en México es hablar de Ximbo. Activa desde 1996, no solo se ha mantenido en el micrófono, también ha construido comunidad como fundadora de colectivos clave como Rimas Femeninas y Mujeres Trabajando.
Este año lanzó Flow Pantera, su tercer álbum, con colaboraciones intergeneracionales y tracks como Más que un deporte y God Complex, que la reafirman como referente. Además, ganó el concurso de Canción Feminista de la UNAM en 2023 por su tema No me importa. Ximbo es constancia, resistencia y futuro en un solo cuerpo.

Niña Dioz: la ruptura hecha bandera
Desde Monterrey, Niña Dioz fue la primera rapera mexicana en declararse abiertamente queer. Su música se ha colado en playlists globales y hasta en series como Ozark, On My Block y Insecure de HBO.
Hoy suma más de 17 millones de reproducciones en plataformas digitales, con temas como Mezcal (junto a Hispana) que superan los 3 millones de streams. Con casi 60 mil oyentes mensuales en Spotify, su alcance no depende de grandes sellos, sino de un camino propio que combina identidad, fuerza y autenticidad.

Prania Esponda: rap feminista desde Tlaxcala
Con apenas 24 años, Prania Esponda se ha hecho escuchar con letras que denuncian directamente las violencias de género y la desigualdad. Representa una generación que entiende el rap como altavoz y resistencia. Su música todavía no presume cifras masivas de streaming, pero lo que sí tiene es potencia política y lírica que la coloca como una voz urgente en los escenarios.

Azuky: freestyle desde la periferia
A sus 19 años, Azuky ha puesto el nombre de Ecatepec en el radar del freestyle internacional. Sus batallas virales la convirtieron en sensación en redes sociales, y su capacidad de improvisación es ya reconocida dentro y fuera del país. Ella es la prueba de que el rap se gesta en las calles, en los barrios, y que desde ahí también se puede romper la industria.

Mena: la generación que no espera permiso
Otra joven de 19 años, pero desde Guadalajara: Mena es bicampeona de la Liga Amazonas y clasificada a la Red Bull Batalla 2025. Con su EP Melankolik ha mostrado que puede trascender el freestyle y construir un estilo propio que combina sensibilidad y contundencia. Mena no pide validación, se apropia del presente y lo transforma en barras.
